Nuestra modelo era un tanto especial ya que por su estado nos resultaba más complicado plasmar con exactitud su gran barriga.
Fue una experiencia nueva, distinta y divertida aunque no tan fácil como creíamos.
Con esta actividad nos hacía ver las cosas desde otra perspectiva ya que teníamos que tener en cuenta factores como el volumen, los puntos de apoyo necesarios, el relleno, etc. pero fue algo bonito ya que cuando terminamos, aunque no quedó igual que la modelo, sentiamos una gran satisfacción de haber puesto todo nuestro empeño en la obra.
Creo que es una actividad enriquecedora para los más peques ya que el papel de aluminio es un excelente material artístico y resulta barato y adecuado puesto que no supone ningún peligro. Además concede a los pequeños artistas una cierta dosis de experimentación y exploración. Se puede desarrollar tanto la imaginación, como su motricidad y utilizarlo para trabajar partes del cuerpo, objetos, etc. Además que se puede comenzar como un juego que le resultará mucho más divertido.
En conclusión, me gustó mucho la actividad y espero repetirla.
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